La Patilla
Sam Billiter, vecino de Huntsville, Alabama (EEUU) decapitó hace unos días a una serpiente cabeza de cobre (Agkistrodon contortrix) y se puso a grabar no se esperaba un desenlace tan rocambolesco. (Confesó haberlo hecho porque se encontraba muy cerca de su casa).
En el segundo 26 de la grabación, la cabeza del animal, que lleva un rato seccionada y separada del cuerpo, abre las fauces y se asesta un buen bocado a sí misma. “Esto es absurdo”, asegura el sorprendido Billiter en el vídeo, “¿cómo te muerdes a ti misma serpiente?”
El vídeo lo subió el pasado martes y ya lleva más de un millón y medio de visitas. No se trata de un montaje, sino de un reflejo natural de este tipo de animales, capaces de reaccionar a pesar de llevar bastantes minutos con la cabeza separada del cuerpo.
“Sus funciones corporales han parado”, asegura el experto en reptiles James Murphy en National Geographic, “pero todavía hay algunos movimientos reflejos. En otras palabras, las serpientes tienen la capacidad de morder e inyectar veneno incluso después de que se les corte la cabeza y a pesar de estar muertas”.
El motivo por el que se muerde a sí misma es porque el cuerpo se cruza en el camino de la cabeza y desata la respuesta refleja; habría mordido cualquier otra cosa que se le hubiera puesto delante en ese momento. “Es lo que tiene a mano, lo que está delante”, asegura Murphy. “Incluso cuando les cortas la cabeza, la serpiente sigue mordiendo. Es por esto por lo que a veces se muerden a sí mismas, especialmente cuando se excitan y no se fijan en lo que están intentando morder”.